En el período que media entre el Renacimiento y la Modernidad, se produce la consolidación de la Ciencia Natural, la cual comienza a perfilarse como el conocimiento provisto de mayor status epistemológico.Se inicia entonces el proceso de su crecimiento exponencial, que haciendo "bola de nieve" consigo mismo, se multiplica hasta el infinito y se diversifica cada vez más.Pero el surgimiento de esta "nueva ciencia", fue el producto de una gran renuncia: la ciencia debió dejar de preguntarse por la esencia de las cosas y procesos, para dirigir su mirada a los fenómenos. Es decir: la pregunta por el "qué es" (la vida, la materia, el movimiento, etc.) debió ser reemplazada por otras: "cómo funciona", o "cómo se comporta".Física y metafísica se separan definitivamente.La metafísica seguirá preguntándose indefinidamente por la esencia última e inexpugnable de los seres, mientras la Física, liberada de esta carga que no le permitía avanzar, podrá dedicarse a la observación de lo aparente, a lo fenoménico, y así comenzar a elaborar leyes sobre el comportamiento de la Naturaleza, que no son más que constatación de regularidades.Este fue el resultado de un largo proceso que comienza en la Epoca Medieval.El Renacimiento comienza en Italia a principios del siglo XV y se extiende hasta el siglo XVII en que comienza la Modernidad.En el aspecto político, se caracteriza este período por la consolidación de las monarquías nacionales.En lo económico, por el papel cada vez mayor desempeñado por la burguesía mercantil.Y en lo cultural surge el antropocentrismo desplazando al teocentrismo que caracterizó al período medieval. Esto significó el surgimiento de muchísimos artistas (pintores, escultores, poetas) que tomaron al hombre como centro de su inspiración. La filosofía renacentista fue básicamente humanista: el hombre vuelve a ser la medida de todas las cosas.En lo religioso, se produce la Reforma luterana que discute la autoridad papal y reclama el derecho de todos los hombres a realizar la libre interpretación de las Escrituras. Esto significó una sacudida al peso de la tradición, a la obediencia incondicional al dogma cristiano, y una reivindicación de la capacidad de la razón individual para interpretar las verdades reveladas.Durante el largo período medieval, la razón humana estuvo abocada básicamente a demostrar racionalmente la existencia de Dios. Al finalizar este período el hombre desiste de tal propósito: la existencia de Dios pasa a ser algo que pertenece al dominio de la fe. Los misterios de Dios son inaccesibles al entendimiento humano. El hombre comienza entonces a interesarse por sí mismo y por desentrañar las leyes que rigen el funcionamiento del Cosmos. El interés está puesto en los objetos del mundo circundante. Se abre así el camino a la Ciencia Natural. Física y Matemáticas pasarán a ocupar el centro de la temática.
¿Cuál es la causa primera de la primer explosión de energía pura conocida como el “Big-Bang”? ¿Y antes qué había?¿Existió el antes?¿Existe el tiempo como una realidad objetiva, independiente del hombre, o sólo es un invento de la mente humana? Las respuestas a estas interrogantes preocupan tanto a científicos como a filósofos, pues donde están los enigmas está la filosofía presente, elaborando hipótesis, asombrándose y maravillándose. Atrás surge la ciencia, intentando otorgar certezas: hipótesis que se comprueban –aunque solo sea transitoriamente- ya sea porque los hechos las confirman, o porque no hay cómo falsearlas y van resistiendo las pruebas de la contrastación empírica.Kant, filósofo del Siglo XVIII, elaboró una teoría según la cual, espacio y tiempo son dos ideas a priori, que no pertenecen a la realidad, sino que están en la mente humana, y que sirven para que el sujeto ordene los datos que recibe de la experiencia.Newton, adoptando los ejes de coordenadas ideados por Descartes, afirma que espacio y tiempo son dos ejes de longitud ilimitada. El espacio infinito newtoniano, concebido como una realidad infinita, anterior e independiente de los cuerpos que lo ocupan, fue considerado por él como la presencia de Dios en todas las cosas. Lo mismo ocurre con el tiempo: Dios es la garantía última de un tiempo absoluto, anterior e independiente de los fenómenos que ocurren en él. (¿Ciencia, filosofía o religión?)Einstein, científico del Siglo XX, elabora una teoría según la cual, espacio y tiempo son dos dimensiones relativas al observador y en relación de interdependencia con el movimiento (después de haber pasado su adolescencia pensando cómo vería el mundo alguien que pudiera viajar sobre un rayo de luz)La física y la astronomía postulan la hipótesis de que los “quasars” son puntos del cosmos donde la gravedad es tán intensa que todo lo que pasa cerca de ellos es tragado irremediablemente, incluso los rayos de luz. En ellos, o detrás de ellos, se ingresaría a una nueva dimensión en la que el tiempo habría desaparecido.Pero aún hay más para problematizar la cuestión: la Física declara que la solidez de la materia es más aparente que real, pues el átomo, se compone de vacío casi en un cien por ciento. Por lo tanto, si quitáramos el vacío que poseen todos los átomos del edificio más grande del mundo, este quedaría reducido al tamaño de la cabeza de una alfiler.¿Dónde radica la aparente solidez de la materia?¿Esto es Física o Metafísica, razón o imaginación?
Para reflexionar: en este texto se plantean varias interrogantes; trata de responderlas.
jueves, 14 de agosto de 2008
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