sábado, 16 de agosto de 2008

¿qué son los valores? (4ºaño A y B)

Al vivir en sociedad, el hombre se maneja con leyes, costumbres, modas que influyen sobre él. Tras ellas subyacen valores que les confieren fundamento y poder.
¿Qué son los valores?
Son las cualidades o propiedades de los objetos valiosos: un cuadro bello posee valor, un documento antiguo posee valor y una acción humana posee valor. Pero los valores no son los objetos valiosos. A éstos se les llama bienes. Los valores son cualidades como la belleza (de un cuadro) o la utilidad (de una herramienta), o la honestidad (de una ser humano)
Los valores son entes irreales. No existen independientemente de los bienes. Son entes parasitarios. Son cualidades. Pero son cualidades de un tipo muy especial. Existen las cualidades primarias como el peso, el tamaño, la extensión, la forma, sin los cuales el objeto no podría existir. Luego existen cualidades secundarias como el color, el sabor, el olor, llamadas cualidades secundarias pues dependen más del observador.
Pero tanto las cualidades primarias como las secundarias hacen a la esencia del objeto: sin ellas el objeto no podría existir. Se dice que estas cualidades confieren ser al objeto.
En cambio los valores son propiedades o cualidades llamadas terciarias, pues son de un tipo diferente. No confieren ser a los objetos, sino que les otorgan solamente valor. Los objetos pueden existir sin ellas. El cuadro puede ser un cuadro aunque no tenga belleza, y el vestido puede ser tal, aunque no tenga elegancia. Los valores no pueden existir sin los bienes, pero los objetos pueden existir sin los valores. Mientras que las cosas son, los valores no son, sino que valen.
Si bien es cierto que los valores no son cosas reales, sino entes irreales, tampoco son ideales. Los valores no son ideas ni conceptos; son entes de otra naturaleza.
Tampoco son estados de ánimo ni sentimientos ni emociones.
Los valores no son vivencias personales, si bien dependen de la conciencia valorativa del ser humano.
Otra característica de los valores es su polaridad. Mientras las cosas son lo que son, los valores se desdoblan en dos opuestos: valor y disvalor. Así a la belleza se le opone la fealdad, a la honestidad la deshonestidad, etc.
Esta polaridad es la que implica una ruptura de la indiferencia en los seres humanos. Frente a cualquier objeto podemos ser indiferentes, pero frente a un objeto valioso tendremos siempre una reacción que puede ser de aproximación o simpatía (ante la belleza o la bondad) o de rechazo (ante la fealdad o la maldad).
Otra característica de los valores es la jerarquía. La preferencia revela un ordenamiento de los valores en una tabla jerárquica.
La disciplina que se ocupa de los valores se llama axiología.
Las cuestiones axiológicas son las que impregnan la mayoría de las discusiones de nuestra vida cotidiana. Y este desacuerdo sobre los valores pone en evidencia que el acto de valorar es algo muy subjetivo, algo personal e intransferible, algo de lo cual nadie puede convencernos con argumentos. Porque los valores (en su mayoría) no se captan por la vía intelectual: nadie “entiende” la belleza, sino que la siente, la percibe, la intuye. Los valores se captan por intuición y no por comprensión.
¿Existen los valores independientemente de una conciencia valorativa, o sólo existen porque alguien puede apreciarlos? Esto plantea la polémica entre subjetivistas y objetivistas. En efecto: para algunos filósofos, los valores son objetivos, inmutables y eternos. Existen por sí mismos aunque nadie (o muy pocos) puedan apreciarlos. Así, por ejemplo, se habla de los valores de las obras de arte clásicas, que han perdurado a través de los siglos. También afirman los objetivistas, que valorar significa captar un valor, que ya existe previamente, pues si no existiera, ¿qué es lo que valoraríamos? Para estos filósofos, los valores son objetivos, independientes de un sujeto que los juzgue.
Por su parte los subjetivistas afirman que si los valores fueran objetivos, no habría desacuerdos entre los hombres sobre la justicia, la honestidad, y lo que es moralmente bueno. Lo bello o lo feo dependen, como lo agradable o lo desagradable, del gusto de cada hombre.
Así como no hay acuerdo unánime en torno a esta polémica, tampoco la hay en cuanto a la jerarquía de los valores.
Pero sí parece haber acuerdo en cuanto a su clasificación: existen valores éticos o morales, que son los que se revelan en la conducta humana y en los actos humanos. Así, es posible hablar de bondad, honestidad, fidelidad, justicia, prudencia, etc.
Existen valores estéticos como la belleza o la elegancia cuyos depositarios son tanto los objetos como los seres humanos.
Existen también, los valores de lo útil, lo agradable, y lo vital.
Se ha dicho que en la posmodernidad existe un predominio de lo estético sobre lo ético, y una sobrevaloración de lo agradable. Se habla de “valores hedonistas”[1] y de una “ética indolora” [2]que no exige grandes sacrificios por la justicia, por la humanidad, o por los demás.
Pero sólo el hombre es capaz de percibir los valores que hay en el mundo. Se ha dicho que la gran diferencia entre el animal y el hombre radica en la capacidad estimativa del ser humano, en la capacidad de percibir lo bueno, lo malo, lo bello, lo justo, etc.
Sólo el hombre es capaz de ser sujeto moral.

[1] Son los valores que tienen que ver con el placer sensorial
[2] Etica indolora significa que no cuesta sacrificios. Por ej: disfrutar de un espectáculo destinado a la beneficencia
Para reflexionar:
1¿Los valores son objetivos, inmutables y eternos o sólo subjetivos y creados por el hombre?

jueves, 14 de agosto de 2008

física y metafísica a comienzos de la modernidad (2º A)

En el período que media entre el Renacimiento y la Modernidad, se produce la consolidación de la Ciencia Natural, la cual comienza a perfilarse como el conocimiento provisto de mayor status epistemológico.Se inicia entonces el proceso de su crecimiento exponencial, que haciendo "bola de nieve" consigo mismo, se multiplica hasta el infinito y se diversifica cada vez más.Pero el surgimiento de esta "nueva ciencia", fue el producto de una gran renuncia: la ciencia debió dejar de preguntarse por la esencia de las cosas y procesos, para dirigir su mirada a los fenómenos. Es decir: la pregunta por el "qué es" (la vida, la materia, el movimiento, etc.) debió ser reemplazada por otras: "cómo funciona", o "cómo se comporta".Física y metafísica se separan definitivamente.La metafísica seguirá preguntándose indefinidamente por la esencia última e inexpugnable de los seres, mientras la Física, liberada de esta carga que no le permitía avanzar, podrá dedicarse a la observación de lo aparente, a lo fenoménico, y así comenzar a elaborar leyes sobre el comportamiento de la Naturaleza, que no son más que constatación de regularidades.Este fue el resultado de un largo proceso que comienza en la Epoca Medieval.El Renacimiento comienza en Italia a principios del siglo XV y se extiende hasta el siglo XVII en que comienza la Modernidad.En el aspecto político, se caracteriza este período por la consolidación de las monarquías nacionales.En lo económico, por el papel cada vez mayor desempeñado por la burguesía mercantil.Y en lo cultural surge el antropocentrismo desplazando al teocentrismo que caracterizó al período medieval. Esto significó el surgimiento de muchísimos artistas (pintores, escultores, poetas) que tomaron al hombre como centro de su inspiración. La filosofía renacentista fue básicamente humanista: el hombre vuelve a ser la medida de todas las cosas.En lo religioso, se produce la Reforma luterana que discute la autoridad papal y reclama el derecho de todos los hombres a realizar la libre interpretación de las Escrituras. Esto significó una sacudida al peso de la tradición, a la obediencia incondicional al dogma cristiano, y una reivindicación de la capacidad de la razón individual para interpretar las verdades reveladas.Durante el largo período medieval, la razón humana estuvo abocada básicamente a demostrar racionalmente la existencia de Dios. Al finalizar este período el hombre desiste de tal propósito: la existencia de Dios pasa a ser algo que pertenece al dominio de la fe. Los misterios de Dios son inaccesibles al entendimiento humano. El hombre comienza entonces a interesarse por sí mismo y por desentrañar las leyes que rigen el funcionamiento del Cosmos. El interés está puesto en los objetos del mundo circundante. Se abre así el camino a la Ciencia Natural. Física y Matemáticas pasarán a ocupar el centro de la temática.
¿Cuál es la causa primera de la primer explosión de energía pura conocida como el “Big-Bang”? ¿Y antes qué había?¿Existió el antes?¿Existe el tiempo como una realidad objetiva, independiente del hombre, o sólo es un invento de la mente humana? Las respuestas a estas interrogantes preocupan tanto a científicos como a filósofos, pues donde están los enigmas está la filosofía presente, elaborando hipótesis, asombrándose y maravillándose. Atrás surge la ciencia, intentando otorgar certezas: hipótesis que se comprueban –aunque solo sea transitoriamente- ya sea porque los hechos las confirman, o porque no hay cómo falsearlas y van resistiendo las pruebas de la contrastación empírica.Kant, filósofo del Siglo XVIII, elaboró una teoría según la cual, espacio y tiempo son dos ideas a priori, que no pertenecen a la realidad, sino que están en la mente humana, y que sirven para que el sujeto ordene los datos que recibe de la experiencia.Newton, adoptando los ejes de coordenadas ideados por Descartes, afirma que espacio y tiempo son dos ejes de longitud ilimitada. El espacio infinito newtoniano, concebido como una realidad infinita, anterior e independiente de los cuerpos que lo ocupan, fue considerado por él como la presencia de Dios en todas las cosas. Lo mismo ocurre con el tiempo: Dios es la garantía última de un tiempo absoluto, anterior e independiente de los fenómenos que ocurren en él. (¿Ciencia, filosofía o religión?)Einstein, científico del Siglo XX, elabora una teoría según la cual, espacio y tiempo son dos dimensiones relativas al observador y en relación de interdependencia con el movimiento (después de haber pasado su adolescencia pensando cómo vería el mundo alguien que pudiera viajar sobre un rayo de luz)La física y la astronomía postulan la hipótesis de que los “quasars” son puntos del cosmos donde la gravedad es tán intensa que todo lo que pasa cerca de ellos es tragado irremediablemente, incluso los rayos de luz. En ellos, o detrás de ellos, se ingresaría a una nueva dimensión en la que el tiempo habría desaparecido.Pero aún hay más para problematizar la cuestión: la Física declara que la solidez de la materia es más aparente que real, pues el átomo, se compone de vacío casi en un cien por ciento. Por lo tanto, si quitáramos el vacío que poseen todos los átomos del edificio más grande del mundo, este quedaría reducido al tamaño de la cabeza de una alfiler.¿Dónde radica la aparente solidez de la materia?¿Esto es Física o Metafísica, razón o imaginación?

Para reflexionar: en este texto se plantean varias interrogantes; trata de responderlas.